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Coreógrafa venezolana impartió clase magistral a alumnas de Ballet de la END

“Para mí la danza siempre tiene el juego de la mente y el cuerpo. ¿Qué estoy pensando y cómo estoy usando mi mente para manejar mi cuerpo? y esa conexión siempre es bien efectiva e importante”: Irina Marcano.

Los alumnos de los grupos avanzados del Departamento de Ballet de la Escuela Nacional de Danza Morena Celarié recibieron una clase magistral, a cargo de la coreógrafa y bailarina Irina Marcano, como parte del intercambio de experiencias que realiza la maestra en El Salvador.

Durante las dos horas de la clase maestra, la coreógrafa compartió claves y consejos sobre la forma de ejecución de los diferentes pasos de la técnica del ballet, para que puedan aplicarlos correctamente a la hora de ejecutar las danzas.

“Les quise traer, especialmente, esa sensación de bailar, de disfrutar la clase. A veces la técnica, el estrés de conseguir la técnica, hacer la clase, pasar el examen, estar en el crecimiento y aportación de una escuela nos endurece y tensa mucho, y no podemos olvidar que la finalidad de esta es pararnos en un escenario, que el público nos vea, contar una historia y que somos artistas a través de la técnica y del dominio corporal”, manifestó la maestra Marcano.

La instructora venezolana insistió mucho en el torso, los brazos y la cabeza, aspectos que ayudan a la construcción del artista, para que luzca con excelente técnica y excelente dominio corporal.

Además, la bailarina manifestó: “Es una experiencia muy linda hacer intercambio y encontrar danza en cualquier rincón del mundo, y venir a trabajar con el Ballet Nacional de El Salvador y ahora impartir esta clase magistral en la Escuela Nacional de Danza Morena Celarié que está increíble y las niñas son muy trabajadoras. Es una gran experiencia”.

Marcano aseguró que en el arte, en este caso la danza, es importante la retroalimentación y compartir lo aprendido durante la carrera.

“En una clase magistral es todo recíproco, donde yo traigo trabajos y experiencias que aportar, pero también cada cuerpo las entiende y absorbe diferente, y eso también me genera un aprendizaje y desarrollo y es muy importante para mí”, dijo.

Por su parte, la maestra Xenia Vaquerano, directora de la Escuela Nacional de Danza Morena Celarié, afirmó que siempre es refrescante recibir y reforzar los conocimientos e indicaciones de maestros extranjeros.

La alumna Laura Cornejo agradeció a la maestra invitada y reconoció que fue una experiencia extraordinaria.

“Es una gran oportunidad y le agradecemos por tomarse el tiempo de venir y compartir con nosotros; la pasamos bien y nos divertimos, y pudimos ver a una gran maestra y coreógrafa”, destacó Cornejo.

La alumna contó que lo que más disfrutó de la clase fue la parte de las diagonales, la preparación en la barra, la colocación más bailada, el mover los brazos, el balance, los movimientos fluidos y el cambio de ritmo.

“Esas técnicas le ayudan a una como bailarina a mantener la dinámica y las cualidades de los movimientos, a lo cual ella hizo hincapié en recordar las cualidades de los movimientos, el tendu, rotado, de dónde viene la fuerza, la espalda, los brazos y, como ella dijo, en las cosas más sencillas está lo más difícil”, puntualizó la estudiante.

De igual manera, la bailarina Hazel Castillo agradeció por tener el privilegio de recibir la clase magistral de parte de una coreógrafa, bailarina y maestra amante de las artes escénicas, apasionada por los procesos creativos, quien siempre está en búsqueda de nuevas experiencias y conexiones artísticas.

“Se enfocó mucho en el control del cuerpo, en el equilibrio y la limpieza; igualmente, a pesar de que nos ponía ejercicios con una ejecución bastante complicada de saltos, nos ayudaba a recordar y hacer las correcciones que nos proporcionó”, concretó Castillo.

La coreógrafa venezolana se formó en la Fundación Ballet Las Américas, en Caracas, como bailarina clásica. Desde 2012 hasta la fecha forma parte de la Compañía Nacional de México.