La obra del artista español fue abordada a partir de la serie de grabados perteneciente a la etapa de gigantomaquia, inspirada en la mitología y filosofía griega.
La Dirección Nacional de Museos y Salas presentó una segunda ponencia sobre Pablo Picasso, esta vez dedicada a la serie de grabados originales “La flauta doble”.
La tarde del 28 de octubre, la Sala Nacional de Exposiciones Salarrué retomó el recorrido por los periodos artísticos del artista español y comenzó por la gigantomaquia, al que pertenece la serie de grabados de “La flauta doble”.
Inspirado en la mitología y filosofía griega, Picasso tomó a los seres del politeísmo pagano de la época grecolatina y los plasmó como una representación de sí mismo para provocar al espectador.
“El arte es reivindicado por primera vez gracias a los griegos. ¿Cómo un genio creador como Picasso no se inspiraría en esa mitología?”, manifestó la historiadora del arte Astrid Bahamond, quien condujo la actividad.
Asimismo, la ponente habló del alter ego presente en la gigantomaquia, con la criatura mitológica del Minotauro como elemento reiterante para representar los bajos instintos de la humanidad.
En referencia a la etapa neoclásica del artista (1917-1927), la especialista la cataloga como una de las etapas más curiosas, ya que tuvo lugar al mismo tiempo que Picasso se establecía como un ícono del cubismo.
Seguidamente, la doctora Bahamond abarcó los posteriores periodos artísticos de Picasso, como el surrealismo, cuyas características principales fueron el mundo de los sueños y metáforas en las que el artista expresó el sufrimiento.
“La mayoría de los surrealistas se basaron en los horrores que dejó la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial. Prefirieron decir: ‘detesto tanto la realidad, que prefiero verme a mí mismo desde una introspección profunda’. ¿Qué más introspección profunda que el sueño?”, explicó la ponente.
En cuanto a Picasso dentro del expresionismo (1937-1947), la doctora Bahamond resaltó que las obras pictóricas que aportó al movimiento eran del estilo cubismo sintético, deconstruyendo anatomías y caricaturizándolas, en colores sombríos y temas relacionados al sufrimiento del contexto social de la Segunda Guerra Mundial.
“‘El Guernica’ es la obra más reconocida y grande de Picasso, y es expresionista. El cuadro muestra las figuras retorcidas y monstruos que representa el bombardeo de Guernica en 1937, durante la guerra civil española”, explicó la historiadora.
Finalmente, la conferencia abarcó el periodo de Vallauris (1947-1954), en el que Picasso se dedicó a la creación de figuras en arcilla. Entre sus platos, vasijas y estatuas, el artista español realizó más de 600 piezas invaluables para el arte.
La exhibición de grabados originales de Picasso permanecerá en la Sala Nacional de Exposiciones Salarrué hasta el 12 de diciembre de 2021. La entrada es gratuita, respetando las normas de bioseguridad.
