1790 personas, entre niños y adultos, asistieron a la primera Feria Nacional del Libro que se desarrolló del 23 al 25 de abril, en el Palacio Nacional de San Salvador.
“La Feria Nacional del Libro fue un éxito. Este esfuerzo fue coordinado con la Alianza Francesa, a la cabeza la Dirección de Publicaciones e Impresos DPI. La idea es que la feria crezca y se convierta en un referente del fomento editorial. Los resultados nos motivan a crear una feria del libro mensual y que pueda ser itinerante; este capital de experiencias servirán para que en 2022 montemos una Feria Internacional en el centro histórico”, dijo el director nacional de Bibliotecas, Archivo y Publicaciones, Eric Doradea.
“La idea es crear un espacio seguro, ordenado y con todas las medidas de bioseguridad para adquirir literatura nacional e internacional, además, brindar una oportunidad a las editoriales y distribuidoras de libros para comercializar sus productos editoriales en estos tiempos de pandemia”, agregó el funcionario.
Las tres jornadas de la feria estuvieron llenas de actividades culturales en las que se desarrollaron conversatorios, cuentacuentos, talleres y recitales poéticos, además de una variada oferta literaria para niños, jóvenes y adultos.
“Los resultados en estos tres días de feria han sido buenos, creo que todos necesitábamos encontrarnos un poco, distraernos, y qué bueno que el libro haya sido ese lugar de encuentro. La gente ha pasado, curioseado, comprado; estamos muy satisfechos con esta iniciativa y ojalá podamos seguir multiplicando estas actividades que nos permitan conectar nuevamente con la gente para acercarles el libro”, dijo Susana Reyes de Índole Editores.
La señora Guadalupe de Oliva, quien llegó a la feria acompañada de su esposo y sus dos hijas, agradeció por el espacio de conocer a los escritores salvadoreños: “Por no solo motivar la lectura, sino incentivar a toda la gente a que nos acerquemos a la letra escrita. Creo que el ministerio tiene un gran compromiso, en especial en estos tiempos que estamos todavía con las emociones revueltas por la pandemia”.
Al estudiante de Profesorado en Idioma Inglés, William Marroquín, la feria le pareció “un evento constructivo y muy interesante para los amantes de la lectura”. “Es muy importante para la población salvadoreña saber que afuera hay un mundo por descubrir, sin necesidad de salir a él”, añadió.
En la última jornada de la feria se llevó a cabo el conversatorio “Lectura en tiempos de pandemia”, con la participación de los escritores Guadalupe de Zaguini, Rafael López, Fina Viegas y Silvia Pira, el cual fue moderado por Jonathan Pleitez, de GRELISAL.
Asimismo, se realizó la presentación del libro «Nada ha sido mío», del escritor Óscar Perdomo León, el cual fue coordinado por Índole Editores.
La señora Guadalupe de Oliva, quien llegó a la feria acompañada de su esposo y sus dos hijas, agradeció por el espacio de conocer a los escritores salvadoreños: “Por no solo motivar la lectura, sino incentivar a toda la gente a que nos acerquemos a la letra escrita. Creo que el ministerio tiene un gran compromiso, en especial en estos tiempos que estamos todavía con las emociones revueltas por la pandemia”.
Al estudiante de Profesorado en Idioma Inglés, William Marroquín, la feria le pareció “un evento constructivo y muy interesante para los amantes de la lectura”. “Es muy importante para la población salvadoreña saber que afuera hay un mundo por descubrir, sin necesidad de salir a él”, añadió.
En la última jornada de la feria se llevó a cabo el conversatorio “Lectura en tiempos de pandemia”, con la participación de los escritores Guadalupe de Zaguini, Rafael López, Fina Viegas y Silvia Pira, el cual fue moderado por Jonathan Pleitez, de GRELISAL.
Asimismo, se realizó la presentación del libro «Nada ha sido mío», del escritor Óscar Perdomo León, el cual fue coordinado por Índole Editores.
