La Pequeña Sala fue el espacio donde el grupo Máscara Teatro presentó la obra “Pasiones y mordazas de sor Juana Inés de la Cruz”, bajo la dirección de Juan Ramón Galeas.
En escena, la actriz Sandra Angélica Anariba Castro dio vida al personaje de la religiosa, quien con una actuación espectacular contó al público las etapas que la marcaron desde la infancia hasta sus últimos días.
La vida de sor Juana se desarrolló en una sociedad dogmática y machista en la que la mujer no podía ser partícipe del trabajo intelectual.
“Me pareció bastante informativo, para empezar. La verdad no estaba tan enterado de la vida de sor Juana Inés de la Cruz, pero viendo esta obra y la actuación que estuvo estupenda, me llevo mayor información”, dijo Alexis Mozo.
“Me parece genial la plataforma de Market SV y la variedad de eventos culturales que están presentando en los teatros administrados por el Ministerio de Cultura”, opinó Mozo.
Dos horas y media más tarde, se presentó en la Gran Sala María de Baratta el Teatro Célula con el espectáculo “A protestar a la Gran Vía”, de Alfonso Mendinguchía.
La obra es un estudio antropológico del comportamiento de la gente en diferentes circunstancias y situaciones.
La dirección estuvo a cargo de Rubidia Contreras y en las actuaciones participó Ale Mássimo y Brenda Ramírez.
Al finalizar, la productora del grupo, Marilú Castillo, subió al escenario y se dirigió al público.
“Agradecemos al Ministerio de Cultura, ya que sin ellos no hubiéramos podido realizar esta temporada, y también a ustedes que siguen viendo teatro en tiempo de pandemia”, dijo Castillo.
“Para nosotros es una nueva experiencia, ya que es primera vez que venimos y nos ha encantado la infraestructura y la obra está divertida; me llamó la atención que de alguna manera se critican algunas cosas que están sucediendo actualmente”, expresó Mario Mejía .
“La obra me pareció excelente e interesante y bastante acertada en la realidad; las actuaciones muy bien”, dijo Fátima Escalante.
Ambos espectáculos forman parte de las piezas seleccionadas por la línea 4 de los Fondos de Emergencia al Sector Cultural en El Salvador por Pandemia COVID-19.
Por medidas de bioseguridad, al momento de ingresar, hubo toma de temperatura y desinfección de manos con alcohol gel, y el ingreso de personas se mantuvo con el 50% de capacidad en cada una de las salas.
