El recién descubierto sitio prehispánico está ubicado dentro de una quebrada, a unos cinco kilómetros al noroeste de la caldera Ilopango.
La Dirección Nacional de Patrimonio Cultura lleva a cabo un reconocimiento del sitio donde han sido identificadas tres estructuras o plataformas de tierra, dos posibles estructuras sepultadas, así como abundantes materiales orgánicos y cerámicos en la quebrada Pacún, municipio de Tonacatepeque, departamento de San Salvador.
“Por sus características en su sistema constructivo, las estructuras tienen una similitud con las de Joya de Cerén. Son unas plataformas construidas por los antiguos pobladores y sobre ellas edificaron las viviendas hechas con pared de bahareque”, afirma el arqueólogo Manuel Guerra, de la Dirección de Arqueología, dependencia de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural.
La diferencia es que el sitio, recién identificado por un poblador, es mucho más temprano que Joya de Cerén. “Podemos hablar de unos 200 años más antiguo”, y fue sepultado por la erupción del volcán de Ilopango, que se estima ocurrió a mediados del siglo V, explicó el investigador.
Entre los vestigios hallados destaca un conjunto de pequeñas mazorcas de maíz quemadas y unidas entre sí por las cenizas, que quedaron al descubierto debido a las aguas contaminadas que bajan por el cañón de más de cincuenta metros de altitud en uno de sus lados.
“Hay que investigar qué tipo de maíz es, porque es un maíz pequeño, muy diferente al que nosotros consumimos en la actualidad, y así saber de qué especie es. La idea es llevar el material orgánico con un especialista”, indicó el arqueólogo.
Además de las mazorcas, se han colectado probables semillas de jocote y de frijoles muy bien preservados. También, en el lugar pueden observarse los restos del techo de paja de una de las viviendas que quedó atrapado por la pared de bahareque.
Entre la escorrentía de la quebrada abundan los restos de obsidiana y de cerámica de diferentes tipos: a simple vista, los arqueólogos han podido identificar la del tipo Chilanga, la cual ha sido encontrada en otros sitios del país.
“El material cerámico más característico es el del grupo Chilanga, del periodo Clásico temprano; según análisis de otros especialistas, este es característico del Preclásico tardío (400 a. C. a 300 d. C.) y del Clásico temprano (300 a 600 d. C.). El Chilanga puede ayudarnos a dar un fechamiento aproximado del sitio”, considera Guerra.
Las acumulaciones de Tierra Blanca Joven (TBJ) como se conoce a los materiales expulsados durante la erupción del volcán de Ilopango son mayores en este sitio por estar a corta distancia del epicentro de la caldera, por lo que se presume que hay otros asentamientos sepultados en los alrededores concluye la Dirección de Arqueología.
El sitio ya cuenta con una Declaratoria de Interés Cultural emitida por la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural, la cual puede ser consultada en el siguiente enlace https://www.cultura.gob.sv/servicios/declaratoria-de-interes-cultural-hallazgo-en-tonacatepeque/.
En esa misma línea, este 21 de septiembre, la Asamblea Legislativa avaló disposiciones transitorias para declarar como zona de interés cultural el asentamiento prehispánico.
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