En la charla participaron estudiantes de la Academia Especializada en Arte Culinario y del Instituto Especializado de Profesionales de la Salud.
El Museo Regional de Oriente impartió este 26 de mayo, la ponencia virtual “Historia de la gastronomía durante el siglo XIX en el oriente de El Salvador”, a cargo de la arqueóloga Claudia Alfaro Moisa.
En su disertación, la investigadora detalló el tipo de bienes que eran producidos en la zona oriental. Para 1807, en Usulután, se “producían frutas gruesas”, es decir, abundantes y grandes, y cereales como el maíz, detalló.
Explicó además que había haciendas con producción ganadera y, debido a que el comercio de añil demandaba sacos de cuero de vaca, la carne era muy barata, porque había excedente de producción. De hecho, existen datos sobre la formidable producción de quesos de buena calidad.
Para esa época también se cultivaba trigo en la zona oriental, porque el clima era propicio. Según el relato del cronista Joseph Laferriere, se fabricaba mezcal en Cacaopera y había explotación de salineras en Usulután.
En la zona oriental había una gran prosperidad económica previo a la Independencia de Centroamérica (1821), gracias a la producción de añil, dijo Alfaro.
Posterior a la Independencia, se comenzó a tener vínculos comerciales con países como Inglaterra, Francia y otras naciones europeas; además, se empezaron a importar productos como perfumes, ropa y otros objetos suntuarios.
En su presentación, la investigadora destacó datos históricos sobre la Revolución Industrial durante el siglo XIX y cómo esta “hizo despertar del sopor de la Colonia a las jóvenes repúblicas centroamericanas y El Salvador”.
“El tan ansiado progreso, reflejado en la moderna infraestructura de las vías ferroviarias y puertos marítimos, abrirán la puerta de entrada a productos y pasajeros procedentes en su mayoría del Cercano Oriente, Europa y Asia, además de la importancia de los puertos en el ingreso de importaciones con productos novedosos reflejados en las tarifas de aforos”, expresó Alfaro.
“Hay un relato del viajero inglés Robert Glasgow Dunlop sobre San Miguel, quien dice que en aquella época era bonita, grande, bien diseñada, la comida era servida en platos austeros, pero deliciosos: frijoles, tortillas delgadas, carnes de res y cerdo, café, aguardiente o vino. Esto, en 1847, era el menú para viajeros”, detalló la investigadora.
Según Alfaro, para la década de 1860 se tiene documentado que en La Unión había un hotel donde se servían platos fuertes. El dueño era un holandés y en ese recinto se reunían los miembros del partido conservador de Francisco Dueñas; en esa ciudad también había un bar propiedad de un inglés, donde se servían sándwiches y era el lugar de reunión de los liberales del partido de Gerardo Barrios.
Alfaro mostró un anuncio que data de 1889, del Hotel del Parque, en San Miguel, propiedad del norteamericano William Bélle, que describe los servicios que se brindan: amplitud, aseo, muy buena mesa, excelente cantina y, sobre todo, notable modicidad en los precios.
La ponente agregó que “la industria alimenticia en el oriente de El Salvador tuvo su auge y surgieron las primeras fábricas donde se procesaban en serie productos alimenticios que suplirán las nuevas exigencias de los consumidores y modificarían los hábitos de consumo de la población salvadoreña de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX”.
La última de estas charlas se realizará de manera presencial el próximo 2 de junio, en la Universidad Andrés Bello de San Miguel.
Etiquetas: Dirección Nacional de Museos y Salas de Exposición, Museo Regional de Oriente