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Un taller de costura de libros impartió la Biblioteca Nacional

Las puntadas o costuras son parte fundamental de la preservación bibliográfica que realiza la Biblioteca Nacional en sus diferentes colecciones de libros, revistas y periódicos.

El Ministerio de Cultura a través de la Dirección Nacional de Bibliotecas, Archivo y Publicaciones llevó a cabo la clausura del Taller de Elaboración de Muestrario de Puntadas para Libros Artesanales, a cargo del Departamento de Conservación y Restauración de la Biblioteca Nacional.

Durante los cinco días del taller, los participantes aprendieron ocho diferentes puntadas básicas que se aplican a los libros, revistas y periódicos que resguarda la Biblioteca Nacional para su preservación. Además, los 17 asistentes elaboraron su muestrario de costuras.

“Los libros se componen únicamente de dos formas: cuadernillos y hojas sueltas. Para los libros compuestos por cuadernillos se aplican las costuras de amarrado de un solo cuadernillo, costura cruzada, cadenilla, media costura y costura pasada”, reveló Corina Rendón, coordinadora del Departamento de Conservación y Restauración.

Para iniciar, los participantes elaboraron una cuna para libros, que es un tipo de herramienta para perforar que evita lastimarse las manos.

En los libros de hojas sueltas o lomo cortado se pueden realizar las costuras de amarrado y perforado con taladrado, si es un libro delgado; amarrado y cortado con sierra delgada, para libros no tan delgados; y el sorjete, que incluye el cortado con sierra y el perforado con taladro, para libros gruesos.

Entre las herramientas que se usan para realizar las puntadas en los libros están: hilo de algodón, pegamento, tijeras, cuna, punzón, cúter, plegadera, cizalla, guillotina, prensas, taladro, sierra, cartones y papel.

“Hemos aprendido cómo hacer y reparar los libros y diferentes costuras, dependiendo del grosor del libro; también, nos enseñaron a distinguir cómo tratar los libros y qué costuras aplicar”, detalló Mariela Alvarenga, de la Biblioteca Legislativa.

La beneficiaria aseguró que fue una experiencia muy enriquecedora: “Trabajo en una biblioteca y hay libros que están dañados y no teníamos idea de la forma correcta de cómo repararlos; entonces, llevamos todo este aprendizaje y lo replicaremos con nuestros compañeros para tratar adecuadamente los libros y que la reparación sea la apropiada”.

Mensualmente, en la Biblioteca se cosen aproximadamente 11 volúmenes de periódicos comerciales y cinco volúmenes del Diario Oficial, pero como parte del megaproyecto Automatización de Revistas Salvadoreñas se reparan y restauran más de cien publicaciones; también, se elaboran cajas revisteras y de protección para libros antiguos.