Historia
El Parque Infantil de Diversiones fue construido con fondos del Gobierno español, durante la administración del presidente Carlos Ezeta (1890-1894). Se inauguró el 12 de octubre de 1892, con el nombre de Campo Marte, ocupando los terrenos de la Finca Guadalupe, la cual poseía una extensión de 16 manzanas.
Su nombre original deriva del dios griego de la guerra, pues era un área destinada a los ejercicios militares, aunque también desde su fundación el parque se ha utilizado para llevar a cabo eventos cívicos, culturales y de recreación. Por ejemplo, ahí se celebraron los 400 años del descubrimiento de América.
En el interior del parque se encuentra el Obelisco del Águila, el segundo monumento más antiguo de El Salvador. Fue inaugurado en 1893 y constituye un homenaje a los héroes caídos en las batallas de 1876-1880, en la guerra que se sostuvo contra Guatemala. Asimismo, se encuentra el monumento Madre, en honor a las progenitoras salvadoreñas.
El Campo Marte tenía canchas para fútbol, béisbol, básquetbol, voleibol y tenis. En 1893, se le construyó un hipódromo y un autódromo para carreras.
En 1924, se transformó en el Estadio Nacional, función que ocupó por más de una década hasta que se construyó el Estadio Nacional Flor Blanca (hoy Mágico González) en 1935.
El cambio de nombre de Campo Marte por el de Parque Infantil de Diversiones ocurrió en 1956 y, al año siguiente, se instalaron los juegos y ruedas electromecánicas que permanecen hasta la actualidad.
Con el transcurso del tiempo, la ciudad de San Salvador creció. Comenzaron las construcciones modernas y los cambios en la capital, como la construcción de los edificios para la Procuraduría General de Pobres (hoy Procuraduría General de la República), el Ministerio de Justicia y el INDES, y se ampliaron arterias de la capital, como la alameda Juan Pablo II, tras lo cual el terreno del parque se redujo a cinco manzanas y media.
Tras los trabajos por la implementación del SITRAMS, el parque cuenta con aproximadamente cinco manzanas de terreno.
El parque fue administrado por la Alcaldía de San Salvador de 1892 a 1956 y por la Procuraduría General de la República de 1956 a 1976. En 1976 pasó a ser dependencia del Ministerio de Educación, entidad que realizó restauraciones mediante la empresa constructora Jiménez Castillo, y en 1990–1991 quedó bajo la administración del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA), ahora Ministerio de Cultura.