La Comisión Nacional Organizadora de los Juegos Florales del Ministerio de Cultura anuncia a los ganadores de la segunda convocatoria de los certámenes literarios 2020, presentados bajo la modalidad en línea.
“Las convocatorias de los Juegos Florales 2020 bajo modalidad virtual han sido un éxito. Se ha facilitado que escritores salvadoreños radicados en El Salvador y en el extranjero participen de manera oportuna a través de un correo electrónico, esto a cuatriplicado la participación en comparación con las convocatorias del año pasado”, manifestó el director nacional de Bibliotecas, Archivo y Publicaciones, Eric Doradea.
El funcionario agregó: “Estas ediciones contamos con una paridad de jurados nacionales e internacionales contribuyendo a la excelencia y transparencia en los fallos de cada convocatoria. Nuestro compromiso es que los Juegos Florales se conviertan en reconocimientos que gocen de prestigio y que sean una ventana para que nuevos escritores den a conocer su obra literaria”
En los XXXIII Juegos Florales de Cojutepeque, convocados para Cuento, el ganador es Ángel Josué Ramírez Mora (San Salvador, 1992) con la obra “Silencio”, la cual fue presentada con el seudónimo Virgilio.
“Silencio” fue elegida por un jurado compuesto por Alexandra Lytton Regalado (El Salvador), Víctor Hugo Fernández (Costa Rica) y Manuel Parra Aguilar (México), quienes argumentaron: “Encontramos un escritor con oficio, exhibe capacidad narrativa, presenta personajes bien perfilados, imágenes impactantes y descripciones con un propósito real, crea ambientes y los sostiene. Los tres cuentos mantienen unidad estructural y temática”.
Los XVII Juegos Florales de San Salvador los ganó Jorge Antonio Ávalos (San Salvador, 1964) con el ensayo “Las tres muertes de Alfredo Espino”, presentado bajo el seudónimo Idilio Bárbaro.
“Consideramos que es un ensayo excepcional y redondo. Desarrolla las hipótesis sobre la muerte de Alfredo Espino y confronta todas sus fuentes. Alfredo Espino es un símbolo nacional. El estilo de su autor o autora es fresco, ameno, concreto, de frases cortas y contundentes. Con grandes dotes narrativas que lleva de la mano al lector por todos los recovecos de la vida de Alfredo Espino, sus traumas y su extraordinaria capacidad lírica que nos legó un poemario capital en la literatura salvadoreña: ‘Jícaras tristes’. Es un rescate para las nuevas generaciones”, indica el fallo del jurado calificador integrado por Alexandra Ortiz Wallner (El Salvador- Alemania), Astrid Bahamond (El Salvador) y Gabriel Otero (El Salvador-México).
La ganadora de los XXV Juegos Florales de Sensuntepeque, Cabañas, en Poesía Infantil es Roxana Elena Méndez Arévalo, con la obra “La canción de la bruja Genoveva”, presentada bajo el seudónimo Nico Rufus 3.
En su fallo, el jurado compuesto por Denisse Español (República Dominicana), Iris Alejandra Maldonado (Puerto Rico) y Alberto Jirón Flamenco (El Salvador) indica sobre la obra: “Posee versos breves y muy rítmicos e imaginativos. La temática es acorde a la literatura infantil. La lectura es amena y fluida. Tiene un buen dominio de la métrica y rima. El texto tiene unidad poética y buen manejo de las figuras literarias, además de la sensibilidad humana en la transmisión de emociones”.
Los XXI Juegos Florales de Chalatenango, en Poesía, ganó Fredy Edgardo Hernández Mejía (Santa Tecla, 1997), con la obra “Pelágico”, la cual fue presentada bajo el seudónimo Okedá Dobyo.
“Consideramos que el poemario ha sobresalido entre todas las propuestas presentadas. El nivel de la calidad de manuscritos ha sido muy alta. En el libro ganador, el hablante lírico tiene conciencia de la tradición poética salvadoreña y al mismo tiempo es un libro con mucha actualidad y de vanguardia de la lengua española, tanto en cuestiones formales como por el contenido. La obra tiene versos memorables y con un lenguaje sencillo logra indagar en la realidad de los países centroamericanos. Recomendamos el cambio de título para una coherencia estética con el contenido”, indica el fallo del jurado integrado por Cindy Jiménez-Vera (Puerto Rico) y Juan Carlos Abril (España).
Y, en los XXIX Juegos Florales de San Vicente, en la rama de Cuento Infantil, el ganador es Mauricio Orellana Suárez (San Salvador, 1965) con la obra “Viajero imaginario”, presentada bajo el seudónimo Iván.
Un jurado, integrado por Eyra Harbar (Panamá), Gloria Raskosky (El Salvador-Nicaragua) y Eli Landa (El Salvador-España), consideró que “la obra demuestra una profunda sensibilidad humana en el abordaje y tratamiento del tema, logrando ser una historia conmovedora y que lleva con humor los reveses de la vida. El mensaje revela el poder de la imaginación y la creación para enfrentar las adversidades y las pérdidas. Cuenta con un buen manejo del contexto psicológico de los personajes y claridad con relación al género literario según las bases del concurso”.
