La última edición del programa estuvo dedicado a conocer sobre barcos hundidos y piratas en El Salvador.
Decenas de familias disfrutaron y aprendieron con la diversidad de talleres lúdicos que el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán impartió en el MUNA de Noche, el pasado 19 de noviembre.
En el taller la Tarde de Piratas, a cargo de los arqueólogos Roberto Gallardo y Claudia Alfaro, las familias aprendieron sobre arqueología marítima, ubicación de muelles y barcos hundidos en El Salvador y el juego búsqueda del tesoro, en el que niñas y niños guiados por las pistas de un mapa encontraron el tesoro escondido en el Jardín Rupestre del museo.
“El taller fue espectacular, ¡ni yo sabía que teníamos barcos hundidos en la costa salvadoreña! El niño igual, poniendo atención y es un tema nuevo para mí y qué bueno que lo den a conocer y todos aprendamos”, manifestó la señora Tatiana Escalante, quien participó con su hijo de cuatro años, quien no se “quería ir del museo”.
Asimismo, se impartieron talleres de antifaces de piratas, añil, piscuchas y flores, y el tan gustado Taller de Origami que se brindó con el apoyo de la Embajada de Japón; los más pequeños disfrutaron también de un cuentacuentos a cargo del escritor Mario Noel Rodríguez.
Además, en este MUNA de Noche se inauguró la exposición “Tanta vida para tan poca muerte”, con un recorrido guiado a cargo de la arqueóloga Liuba Morán, en el que hizo una retrospectiva sobre la muerte, ofrendas y ritos en las creencias populares y supersticiones.
“Esta pequeña sala está dedicada a los ritos y tradiciones funerarias que se mantienen desde los tiempos prehispánicos y que se van fusionando con otros elementos para la construcción de nuestras identidades”, detalló el director del MUNA, Danilo Villalta.
En la sala se pueden apreciar elementos y deidades prehispánicas como Tláloc, el dios de la lluvia, junto a elementos e imágenes del cristianismo. La muestra incluye la icónica figurilla del perrito con ruedas procedente del sitio arqueológico Cihuatán, el cual está asociado a un entierro de alrededor del siglo X d. C.
Como parte de las actividades, se brindaron las ponencias “La fauna representada en la cerámica de Punta Chiquirín”, a cargo del arqueólogo Hugo Iván Chávez, quien expuso los resultados del estudio iconográfico hecho a las figuras de animales marítimos y terrestres de cerámica que data del periodo Cásico tardío (600-900 d. C.).
El investigador explicó los símbolos, estilos, formas y el significado que posee la iconografía de la cerámica del sitio arqueológico, ubicado en el departamento de La Unión.
También, se presentó el libro Derechos de pueblos indígenas de El Salvador”, de Gustavo Pineda, y los avances de la investigación “En torno al simbolismo del murciélago dentro de la cosmogonía mesoamericana”, por el arqueólogo Orion Castellón y biólogas del Programa de Conservación de Murciélagos en El Salvador.
“Esta es una investigación que tiene el propósito de lograr una mejor interpretación de los contextos arqueológicos, en los que encontramos muchas especies animales, para entender el valor simbólico que pudieron tener en las civilizaciones mesoamericanas y cómo estaba configurado su imaginario y la relevancia que tiene el murciélago, el cual está asociado con la fertilidad tanto de los cultivos como de la femineidad”, explicó Castellón.
En el MUNA de Noche no faltaron los personajes de la Siguanaba, el Cipitío y el Justo Juez de la Noche, que recorrieron los pasillos y salas del museo para alegría del público.
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